¿Cómo podemos encontrar la bota con puntera de seguridad que se ajuste perfectamente?

Por Bryan McMillan, Departamento de Marketing de Saf-Gard

 

Nunca olvidaré mi primer par de botas con puntera de seguridad, súper incómodas. Acababa de comenzar mi carrera como técnico de reparaciones para un proveedor de teléfono e Internet, y el trabajo era difícil y, a veces, peligroso. Trabajamos en cualquier condición climática, con lluvia o sol, nieve o calor abrasante. A veces pasábamos la mitad del día boca abajo pasando cables a través de los espacios de arrastre de los clientes, y al día siguiente nos encontrábamos cortando cables de cobre a 20 pies del suelo en terminales aéreas. Con un trabajo tan exigente físicamente, lo último en lo que quieres pensar es en tus pies. 

Desafortunadamente para mí, me duelen mucho los pies al final de mi primer día. Para la hora del almuerzo, me duelen los dedos de los pies de estar pegados contra la puntera de seguridad. Es posible que pienses que simplemente tuve la mala suerte de tener un par de botas malas. Pero mis botas no eran el problema; el problema era que no elegí el par adecuado para mis pies. Es simple. No todos los zapatos son iguales porque no todos los pies son iguales. Lección aprendida.

En Saf-Gard creemos que compartir el conocimiento adecuado te permitirá obtener los zapatos de seguridad más cómodos que puedas encontrar, los que durarán más que tus días más difíciles. ¿Cuál es la buena noticia? No tienes que aprenderlo por las malas.

Para obtener el par de botas con puntera de seguridad que calcen perfecto cada vez, estas son las CUATRO cosas principales que me gustaría haber sabido antes de mi primer día de trabajo.

 

1. 1. Ten un poco de espacio. Una bota con puntera de seguridad que se ajusta correctamente permite tener espacio entre los dedos de los pies y la puntera. De hecho, el dedo gordo del pie debe estar aproximadamente a mitad de camino, y el dedo meñique del pie debe estar justo detrás de la puntera al estar de pie. En otras palabras, la parte superior solo pretende cubrir los primeros cuatro dedos. Esto le dará los beneficios de protección de la bota y evitará que te den calambres en los pies.

    

   Otro método que te ayudará tener una separación adecuada de los dedos es uno que los corredores a excursionistas usan a menudo. Cuando te pruebes las botas, trata que los dedos toquen la punta de la puntera. Si puedes hacerlo, es probable que tus botas sean demasiado pequeñas. Descubrirás que un largo día de trabajo con los dedos del pie frotando o presionando contra la puntera ocasionará mucho dolor en el pie. Incluso puede dañar el lecho de la uña.

    

   2. Asegúrate de que los talones queden bien ajustados. Si tus dedos de los pies tienen mucho libre, pero los talones están flotando, eso quiere decir que las botas son demasiado grandes. El truco es encontrar el punto intermedio: mucho espacio para los dedos de los pies, pero no tanto como para que termine quedando holgado. Esto no solo es importante para la comodidad, sino también para la seguridad. Es probable que una bota holgada no ofrezca mucha protección para los dedos del pie, y es muy probable que altere su marcha normal tanto como las botas ajustadas. Esto conlleva mayor riesgo de tropezar y caerse. Por lo tanto, asegúrate de encontrar ese equilibrio.

    

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   3. Compra algo que se ajuste al ancho de tus pies. Si una bota está demasiado ajustada alrededor de la sección media del pie, te ocasionará dolor. Podrías comenzar con alguna molestia, pero en poco tiempo es probable que se formen ampollas. Es cierto que los lados de los pies deben tocar los lados de las botas, pero la palabra clave aquí es el toque . En otras palabras, no deberías sentir ninguna presión ni sentirla apretada.

    

   Aunque cada pie es diferente, la mayoría de las personas necesitarán una bota de ancho medio. Por lo general, el calzado de ancho medio etiquetado como “D”, “M” o “Reg”, es lo que encontrarás en la mayoría de zapaterías. Pero, ¿qué haces si no tiene idea de qué ancho necesitas? La solución más fácil es probar un par de ancho medio y luego ajustar el tamaño según sea necesario. Usa la siguiente tabla como guía. Solo ten en cuenta que hay una diferencia de aproximadamente 1⁄5” entre cada ancho.

    

   Ancho del zapato	Para hombres	Para mujeres
   Extra estrecho	A	4A / AAAA
   Estrecho	B / N	2A / AA
   Estrecho medio	C
   Medio (más común)	D / M / Reg	B / M
   Ancho medio	E/MW	C
   Ancho	EE/W	D/W
   Extra ancho	EEE / EW / WW / XW	2E / EE / WW / XW / EW
   2X ancho	EEEE
   3X ancho	5E
   4X ancho	6E

    

    

   4. Cada pie es único. Lo que funciona para tu compañero de trabajo puede no funcionar para ti. Es por eso que muchas de nuestras tiendas minoristas Saf-Gard están equipadas con escáneres de pies Aetrex. Esta tecnología captura datos como la longitud del pie, el ancho, la altura del empeine y del arco, así como los puntos de presión. Hace todo esto en menos de 20 segundos, luego hace recomendaciones basadas en tus pies para ayudarte a conseguir los zapatos y plantillas de seguridad que se ajusten perfectamente. No deberías tener que conformarte con un calzado de seguridad incómodo, y realmente no tienes por qué hacerlo.
    

   Así es. Sigue estas cuatro reglas generales y es casi seguro que obtendrás un par de botas con puntera de seguridad verdaderamente cómodas. Solo recuerda que todo tiene una vida útil. Tus botas se desgastarán con el tiempo. Por lo tanto, para que mantengan ese nivel de comodidad siempre, recomendamos que reemplaces tus botas al menos una vez al año o, para esas condiciones de trabajo muy extenuantes, cada seis meses.

   Cuando comencé mi carrera como técnico de reparación, nunca habría adivinado cuán importante es encontrar la bota con puntera de seguridad que se ajuste perfectamente. Pero vale la pena el esfuerzo adicional porque tener botas cómodas, y quiero decir el tipo de comodidad que se usa todo el día, es un cambio absoluto.

Lista de verificación de comodidad para botas

●      El dedo gordo del pie está a mitad de camino debajo de la puntera y tiene mucho espacio libre.

●      El talón no se mueve. No se desliza.

●      La sección media del pie toca la bota, pero no se siente presión.

●      Piensa en cambiarlos cuando estén agotados o al menos una vez al año. Cámbialas cada seis meses para entornos difíciles.

 

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